El sabado, despues de bastante tiempo, volviamos a la Rock Star con motivo de la fiesta de aniversario de la emisora Loca FM de Donosti, una emisora que en el pasado fue muy variada musicalmente pero que ahora es eminentemente housera.
La verdad es que es una una radio que nunca la oigo porque yo en el coche soy mas de tirar de CD y la radio solo para deportes o informacion en general cuando no me apetece oir musica (generalmente a las mañanas, donde segun que musicas te matan).
Para esta fiesta venian de Madrid Dj Bee y Nano y luego habia 2 Djs mas en el cartel, Dick Ray del que no habia oido hablar en mi vida y no se de donde viene y Juan Di Lago, que realiza un programa en dicha radio y es residente de Bataplan.
Ese mismo dia se celebraba en el Txitxarro la fiesta de la luz, a la cual me habia dicho Xabi para ir, pero el tema es que yo ya habia estado la semana anterior en el Txi, con lo que no me suele gustar repetir.
Si ademas le añadimos a esto que costaba 20 euros, los cuales no iba a pagar solo por ir al Skamner (prefiero ir cualquier finde normal a oir a los residentes, que son los que merecen la pena), que los cds eran del Txi y no me valian ni de posavasos y que encima iba a estar aquello de gente que daba asco pues logicamente decidi optar por buscarme la vida en otro sitio.
Ademas la fiesta esta a la que fuimos era en Donosti, asi que mas comodo imposible a la hora de andar con el coche.
Quede con Raul en la gasolinera de la subida a hospitales despues de que acabase el partido del Barça pero cuando quedaban 20 minutos el jodido ya me estaba llamando para que saliese (la verdad que el primer tiempo fue maravilloso pero el segundo un verdadero toston, y eso que soy antibarça y antimadriz).
Cuando llegue ya me estaba esperando alli y pillamos unos litris. Yo kalimotxo y el una litrona de birra. Tras dar una vuelta por los alrededores y ver que aquello en temas de gente iba cogiendo color dejamos el coche debidamente enfilado para la vuelta.
Como hacia frio hubo que abrigarse, por lo que cogimos cada uno sus txamarras y lo primero que hicimos fue ir a por las entradas, por aquello de que era aforo limitado.
Despues nos fuimos a las escaleras donde soliamos hacer los litros en las zonas poky. Por aquella zona no habia apenas gente y se estaba mas a gusto, como a mi me gusta.
Odio mientras estoy litreando estar rodeado de gente que no sabe beber y le da por romper cosas, prefiero estar en un sitio tranquilo solo con los colegas charlando tranquilamente de lo que nos de la gana sin que nadie nos moleste. Sere mas bebedor que toda esa gente, pero no me convierto en un seguidor de Atila cuando estoy de litros.
Cuando terminamos los litros fuimos ya para dentro, serian las 2 de la mañana o por ahi cuando entramos por primera vez. La hora ideal para empezar una fiesta.
A la entrada 2 filas, uno para la gente que entraba por primera vez y otra para la gente con sello. Despues de una cacheada importante, como hacia tiempo que no me habian hecho, entramos para dentro.
Supongo que con la cantidad de gente que hubo no querrian problemas de ningun tipo y a decir verdad yo no los vi en toda la noche.
Lo que si se me hizo raro al entrar fue que la sala estaba mas abierta que en otras ocasiones. En las zona poky en un lateral del escenario habia siempre una tela que por lo que pude comprobar escondia 2 barras y un trozo de pista donde se podia ver al Dj desde un lateral. Un punto de vista curioso, cuando menos.
Al poco de entrar nos encontramos con Edurne y Zaira, a las que no veia desde hace bastante y luego estuvimos con ellas casi el resto de la noche. Tambien vi a otros ex-compañeros de clase como Gorka, de cuando estudiaba en el Usan o a Valderrama de los Salesianos. Este tipo de reencuentros molan.
Como habiamos entrado con las txamarras y a mi de fiesta me sobra todo le dije a Raul que iria al coche a dejarla y el de paso me dio la suya, para que hiciese lo mismo.
Al volver estuve un rato con estas en la calle pero poco, pues hacia frio y solo estaba con la sudadera.
Aquello poco a poco se fue petando y hubo una entrada maja al final. A decir verdad yo agobios no llegue a sentir salvo para pedir, pues intentamos buscar sitios donde no estuviese muy lleno.
Lo que si fue cuando menos curioso el porcentaje tan alto de tios que habia, parecia aquello un campo de nabos. Mucha niña mona (pijinas sobre todo, las mejores), pero como dice la cancion de Mecano, ninguna sola.
De la musica tengo que decir que no le preste demasiada atencion. Al principio me parecio un poco cargante, tipo tech-house, pero esto afortunadamente esto duro poco y siguieron con una linea agradablemente comercial y bailonga que es lo que requeria la noche.
De los Djs solo vi a 2 y al unico que pude reconocer es a Nano (inconfudible con su pelo rubio oxigenado). El primero que pincho fue uno con enormes gafas de sol de tipo ibicenco, aunque el nombre ni idea, ya que el house no es mi fuerte.
De los cubatas pues bebi unos 4-5 y uno de ellos se me cayo casi lleno. Cosa rara en mi, pues los agarro como un txangurro con sus pinzas y no lo suelto hasta que lo termino, ya que suele haber mucho jeta que los roba y se los lleva (creo que el jodido de Raul hizo precisamente esto y me dio uno, que casualmente era de Ron, despues de que me pasase).
De precio pues lo mismo que costaban en las zona poky y se esta convirtiendo desgraciadamente en costumbre, 7 euros. Por lo menos eran en vaso ancho y estaban bien hechos, aunque de pecar pecaban de poco cargados (recuerdo uno gin-kas que me dio a probar Raul y que solo sabia a limon).
La fiesta, con esto del cambio horario, duro una hora mas, y aunque no estuvimos hasta el final final a mi se me hizo corta. Por una vez Raul, segun me ha dicho hoy, se hubiera querido quedar algo mas de lo que estuvimos al contrario que yo, que note el cansancio de haber salido un rato el viernes (la edad no perdona).
Despues fuimos por un camino y Raul tiro para casa y yo fui a llevarles a estas a sus casas, a una a Errotaburu y a la otra a Ategorrieta.
Como anecdota el golpe que afortunadamente ha sido solo un arañazo (uno mas a añadir a los 1000 que ya tiene la bala negra) que me dio Raul cuando me medio perdi por el camino que fuimos.
En definitiva una buena fiesta para variar un poco lo tipico de siempre. Lastima que fiestas como esta, con house comercial, haya una cada mucho tiempo, sino no me perderia ni una.
El problema es que ahora casi todas las fiestas de tipo housero acaban degenerando en ruiditos (Atica es el ejemplo) en vez de en el groovy. Joder que queremos bailar y para eso los ruiditos no valen!!!.
Se echan en falta sitios como la cafeteria de Itzela cuando estaba Emilio, con musiquita mas comercial y asequible para los que no somos houseros de pro.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario